La llegada de La Más Draga 7 nos presentó a Paty Piñata, una artista con una larga trayectoria dentro del drag mexicano. Aunque fue la primera eliminada de la temporada, su paso por el programa recordó al público que el talento no siempre se mide en victorias. Con una carrera llena de proyectos, música y amor por el arte, Paty Piñata reafirma que una competencia no define la grandeza de una draga
¿Quién es Paty Piñata?
Paty Piñata es una reconocida artista drag mexicana, cuyo nombre real es Homero Guerra. Originaria de Monterrey, Nuevo León, ha construido una carrera sólida dentro del arte drag nacional e internacional gracias a su carisma, creatividad y presencia escénica. Su personaje —también conocido como Patricia de la Piña y Nata— combina humor, glamour y un estilo muy particular que la ha hecho destacar en distintos escenarios y plataformas digitales.
Antes de su participación en La Más Draga 7, Paty ya contaba con un amplio recorrido artístico. Fue jueza en el programa Regias del Drag España, además de haber participado y ganado en proyectos como Dragmátika, un concurso que buscaba mostrar nuevas propuestas del arte drag mexicano con inspiraciones en el séptimo arte. También ha lanzado música original como “La Reina de la Noche” y “Bombera”, reafirmando que su talento va mucho más allá del maquillaje o el vestuario: es una artista integral.
Más allá de una eliminación: el valor de la trayectoria
Aunque Paty Piñata fue la primera eliminada de La Más Draga 7, su salida generó conversación entre los fans, quienes destacaron su experiencia, profesionalismo y el cariño del público. Su paso por la competencia dejó claro un mensaje importante: una eliminación no borra el brillo ni define el talento de una artista drag.
El drag es un arte que va más allá de las competencias; es una forma de expresión, resistencia y creación constante. Y en ese terreno, Paty Piñata ya tiene un lugar ganado. Su participación en La Más Draga 7 solo se suma a una carrera que continúa inspirando a nuevas generaciones de artistas queer.
En definitiva, Paty Piñata nos recuerda que las coronas son momentáneas, pero el arte auténtico y la pasión por el escenario son eternos.