Lydia B Kollins acaba de lanzar el libro fotográfico que captura su año más icónico, ese que la llevó de “bedroom queen” a estrella internacional del universo Drag Race. Lydia Lydia Lydia: A Collection of Photographs no es un libro más: es el testimonio visual de una coronación emocional en cámara lenta, un archivo de más de 300 imágenes inéditas que cuentan cómo una drag construyó su propio mito a base de estética, trabajo artesanal y rebeldía queer.
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Desde sus primeros experimentos frente al espejo hasta los looks que la lanzaron al estrellato en Drag Race temporada 17 y All Stars 10, Lydia se muestra sin filtros, sin pose vacía y sin miedo. Cada página es un recordatorio de por qué su drag irreverente, alternativo, profundamente lesbiano en energía y humor se convirtió en un punto de referencia para miles de fans. La Dragversidad la reconoce: Lydia no solo viste diseño, ella diseña mundo.
Una dupla queer que hizo historia: Lydia + Ava Grace
El libro también es un homenaje a la complicidad creativa entre Lydia y Ava Grace, fotógrafa autodidacta y trabajadora de salud LGBTQ+ en Pittsburgh. Entre flashes, costuras improvisadas y crisis existenciales con glitter, Ava fue quien documentó ese crecimiento artístico desde la trinchera más íntima. Su lente captura no solo la estética, sino la vulnerabilidad detrás del personaje: la drag que cose, que llora, que se ríe, que encuentra en su comunidad sus queridas “lesbianas” un hogar afectivo y político.
En «Lydia Lydia Lydia«, la relación entre ambas se vuelve casi narrativa: una historia contada a través de luces, telas, maquillaje y piel. No es solo el récord de una carrera, sino de una amistad que acompañó cada salto, cada caída y cada puntada que llevó a Lydia a convertirse en una figura indispensable del drag contemporáneo.
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Un libro que la dragversidad no va a soltar
Lo que este proyecto deja claro es que Lydia no pretende ser un recuerdo, sino una influencia. En tiempos donde el drag mainstream a veces se siente pulido hasta borrar la humanidad, este libro recupera lo crudo, lo artesanal y lo queer como motores del arte drag. Es un statement visual de que la escena sigue viva, vibrante, incómoda y profundamente comunitaria.
Para quienes aman la documentación, la moda, el archivo drag y las historias contadas en imágenes, Lydia Lydia Lydia es obligatorio. Para quienes crecieron inspirándose en Lydia, es casi un regalo personal. Y para la dragversidad completa, es la prueba de que registrar nuestros procesos también es una forma de resistencia.
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