La historia del drag acaba de sumar un nuevo capítulo: King Molasses ha sido coronado como el primer ganador de King of Drag, en una final que no se limitó a dar show, sino que dejó huella.
Desde el primer episodio, Molasses fue un torbellino de creatividad, terror escénico, técnica y carisma. Cerrando con una presentación final que hizo que no quedara duda alguna: estábamos frente a un artista que vino a reclamar un lugar que por mucho tiempo ha sido invisibilizado.
Un rey con propósito: más allá de la corona
“Este momento es mucho más grande que yo”, dijo Molasses tras su coronación, dejando claro que su triunfo no es solo personal, es colectivo. Su victoria representa una sacudida para una escena drag que, históricamente, ha relegado a los drag kings a los márgenes del reflector.
Con esta visibilidad, King Molasses no solo se lleva una corona: se convierte en referente de una generación que exige más espacio para la diversidad de expresiones dentro del arte drag, más allá del glitter, del lipsync femenino y de la feminidad performática. Aquí también hay masculinidad, teatro, política y sudor en el escenario.
Lo que sigue: de King of Drag a NightGowns con Sasha Velour
La buena noticia no termina con la coronación. King Molasses ha sido invitado a formar parte del show aniversario de NightGowns con Sasha Velour este agosto en La MaMa, Nueva York, uno de los espacios más importantes del drag performático a nivel internacional. Porque cuando el talento y el mensaje se alinean, el mundo escucha.