No somos expertos en moda, pero sí en emociones, y vivir Daniel Mindiola y Aviesc en Aparador 7 fue una experiencia que nos llenó de inspiración, color y arte en cada paso de la pasarela. Este evento nos recordó por qué la moda es una forma de expresión tan poderosa, capaz de conectar con el corazón incluso de quienes solo observamos desde la emoción.
En esta edición, ambos diseñadores presentaron sus nuevas colecciones, dejando en claro que la moda mexicana está viviendo un momento de oro, lleno de narrativa, experimentación y poder visual.
Aviesc: entre esculturas, color y fantasía
Desde el primer look, Aviesc nos transportó a un universo donde la creatividad no tiene límites. Varias piezas parecían hechas con resina epóxica —o al menos eso nos evocaron—, jugando con texturas que brillaban como si fueran esculturas en movimiento.
Además, la colección integró elementos inesperados, como cierres utilizados para construir vestidos, dándole un toque industrial y moderno que nos fascinó. Y, por supuesto, no podía faltar su icónica rafia, reinterpretada en accesorios como sombreros, abrigos y detalles artesanales que reflejaban el ADN único de la marca.
La paleta de colores fue vibrante, llena de energía y con esa mezcla única de elegancia y contrarrestada con oscuros que nos daban rebeldía que caracteriza al diseñador. También presentó una línea de bolsos que, honestamente, ya soñamos con tener en nuestras manos.
Durante la pasarela, vimos desde atuendos deportivos con cortes únicos hasta estructuras imponentes que gritaban ¡DRAG! a todo pulmón. Y no es para menos: Jesse, el artista detrás de Aviesc, es reconocido por su trabajo en la creación de vestuarios drag que combinan arte, volumen y actitud.







Daniel Mindiola: moda que cuenta historias
Por su parte, Daniel Mindiola nos llevó a otro plano, más etéreo y narrativo. Su colección parecía una pintura hecha tela, con pliegues y estructuras en forma de abanico que recordaban a la época barroca, cuando los abanicos, los vuelos y las mangas voluminosas eran símbolos de elegancia y estatus.
Cada prenda parecía tener vida propia, acompañada de perlas, plumas y tocados que complementaban a la perfección la esencia de cada atuendo. Estos elementos añadieron una sensación de teatralidad sutil, de fantasía elegante, que nos transportó directamente a un universo onírico digno de las obras de Leonora Carrington y Remedios Varo.
Ver la colección de Mindiola fue como presenciar un cuadro que cobra vida, donde la moda se convierte en arte.
Y, al igual que Aviesc, Mindiola también dejó ver su influencia drag, presentando piezas poderosas, escénicas y llenas de carácter, reafirmando su lugar como uno de los grandes referentes del diseño contemporáneo mexicano.








El drag brilló sobre la pasarela
Uno de los momentos más emocionantes de la noche fue ver cómo el arte drag tomó su lugar sobre la pasarela. Artistas como ADN Unisex, Enchanté, Lupita Kush, Ganaisha, Elbira, La María Rivera, Leira Kush y Anastasía Jiménez, entre otras, desfilaron con fuerza, presencia y estilo.
Verlas en un espacio como Aparador 7 nos recordó que el drag no pertenece solo al antro o al escenario nocturno: también brilla en la moda, en la pasarela y en cada mirada que celebra la diversidad y la autenticidad.
Su presencia le dio a la noche un toque aún más poderoso, demostrando que el drag es, ante todo, una forma de arte viva, libre y revolucionaria.
Una experiencia que nos recordó por qué el arte y la moda van de la mano
Aparador 7 fue mucho más que una pasarela: fue una celebración de la creatividad, la diversidad y la identidad. Aunque no sepamos todos los términos técnicos, sí sabemos reconocer cuando el arte nos toca el corazón.