Si algo nos queda claro este 2025 es que el talento drag y queer de México ya no solo está conquistando escenarios: ahora también está recibiendo galardones internacionales. En la edición 36 de los Premios GLAAD esos que celebran a lo mejor de la representación LGBTQDrag+ en medios, la Dragversidad brilló con luz propia y dejó claro que lo nuestro ya es nivel mundial.
«El Secreto del Río»: De Oaxaca para el mundo
La joya de la corona fue «El Secreto del Río», que se llevó el premio a Mejor serie de televisión con guion sobresaliente. Esta producción mexicana de Netflix cuenta la historia de Sicarú, una mujer trans que regresa a su comunidad muxe en Oaxaca después de veinte años. El regreso, claro, no viene solo: trae secretos, heridas, y un viaje identitario tan poderoso que conquistó a la crítica internacional.
Con dirección de Ernesto Contreras y una actuación magistral de Trinidad González, esta serie no solo visibiliza la experiencia trans, sino que honra la cultura muxe con un enfoque sensible, artístico y profundamente humano. Aquí no hay clichés: hay historia, hay raíz, hay representación que cura.
Drag Race y los reinos del shade
Por otro lado, «RuPaul’s Drag Race» (sí, la mamá de todas) se llevó el premio a Mejor reality show de competencia. ¿La sorpresa? Aunque el show no es mexicano, el talento latino y las referencias que han cruzado fronteras sí lo son, y cada vez más artistas drag mexicanas se cuelan en estas conversaciones globales. Este reconocimiento es un recordatorio de que el arte drag no tiene fronteras, y que sí, querida, nuestras reinas están listas para conquistar el mundo.
Reconocimientos que nos hacen gritar “¡YA ERA HORA!”
Entre los reconocimientos especiales, «DRAG: The Musical» y «La Verdrag« se llevaron su momentito de brillo por contribuir a la visibilidad del arte drag y la comunidad LGBTQ+ en nuevas plataformas. Porque no todo es streaming y alfombra roja: también hay cultura, música, y sí, mucho shade con propósito.
¿Qué nos dejaron los GLAAD 2025?
Una cosa es segura: la escena drag y queer en México no solo está viva, está en su punto más alto. Con premios que respaldan su valor artístico, cultural y político, estas producciones no solo entretienen: educan, representan y, sobre todo, nos hacen sentir vistas.