Dragversidad, prepárense para lo que ya es (y será) una de las exposiciones más significativas del año: “La construcción del símbolo”, la primera gran muestra en México de la legendaria dupla artística Pierre et Gilles, ha sido inaugurada en el Museo Franz Mayer con una intervención completa que convierte cada sala del recinto en un acto de reverencia estética, simbólica y profundamente queer.

Desde su técnica artesanal que mezcla fotografía escenificada y pintura al óleo, hasta la curaduría detallada de Abraham Villavicencio, esta exposición no solo nos invita a mirar, nos exige cuestionar cómo hemos sido representadxs y cómo queremos ser recordadxs.

Un museo transformado por el deseo, el arte y la diversidad

La exposición se despliega en cinco ciclos temáticos que recorren gestos, cuerpos, retratos simbólicos, espejos narcisos y alegorías contemporáneas.

Y no, no se queda en la contemplación: la última sección rinde homenaje al universo drag con una de sus piezas más espectaculares: el retrato de Violet Chachki. Con el anillo de oro como símbolo y detonador visual, Pierre et Gilles colocan a esta figura binaria en el centro de una narrativa que rompe la norma y abraza el exceso con política y ternura.

“Queríamos mostrar ese binarismo… pero para confrontarlo desde el deseo, desde la belleza”, dijeron los artistas durante la presentación. Su voz fue breve, pero elocuente: “Para nosotros siempre fue un estar aquí. México nos inspira desde hace años. Sus mercados, su música, su gente”.

Un diálogo entre lo antiguo y lo queer

Más que una retrospectiva, La construcción del símbolo es una conversación entre siglos, entre cuerpos, entre pasados coloniales y futuros posibles. El montaje se entreteje con piezas del siglo XVI del propio Franz Mayer, creando un efecto de contraste (y eco) entre los íconos religiosos antiguos y las nuevas formas de santidad queer que Pierre et Gilles han sabido capturar durante casi cinco décadas.

Como dijo Giovana Jaspersen, directora del museo: “La generación de iconos ha sido una constante en la cultura pop. Lo que vemos aquí no es nuevo… pero sigue siendo urgente.” La muestra contiene 97 piezas, incluyendo más de 30 obras de los años 70s, y una selección curada que no solo te observa: te interpela, te recuerda, te espejea.

El arte que nos representa… Sin pedir permiso

La exposición se vive como una fiesta visual, pero también como una trinchera simbólica. Como dijo el embajador de Francia, Jean-François Guéganno, “esta muestra es parte del diálogo entre nuestros países, y un tributo a la diversidad, al amor y a la imagen”. Porque sí, lo queer también es patrimonio, también es legado, también es belleza que resiste.

¡Celebremos el arte con Pierre et Gilles!

Y para cerrar con broche de oro —literal—, el catálogo oficial de la muestra se presentará en el Marrakech Salón, ícono de la vida nocturna LGBTQ+ capitalina. Un gesto que no es casual: es política cultural bien hecha.

“La construcción del símbolo” estará abierta al público en el Museo Franz Mayer hasta febrero de 2026.

Ve, camina entre santos, performers, cuerpos no normativos y musas imposibles.

Porque esta no es solo una exposición. Es una constelación queer enmarcada con amor. Y sí, nos incluye

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