La dragversidad francesa ya tiene a su primera reina All Star y su nombre resuena con fuerza: Mami Watta. Desde Costa de Marfil hasta las pasarelas europeas, su historia es la de una artista que no solo apostó todo por el drag, sino que supo transformar esa apuesta en una victoria histórica.
Tras dejar sus estudios para entregarse de lleno al arte de las pelucas, el maquillaje y el performance, Mami Watta encontró su espacio en la escena ballroom dentro de la casa Ladurée. Desde ahí, se fue ganando una reputación marcada por su sentido del humor, su ingenio y sus looks que siempre destilan creatividad y fuerza.
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Una final digna de la primera corona
La gran final de Drag Race France All Stars fue todo menos predecible. Elips, Misty Phoenix, Piche y Mami Watta llegaron al último episodio sabiendo que debían dejarlo todo en el escenario.
La pasarela final, bajo la categoría Best Drag on Earth, fue una demostración de lo que significa ser drag en su forma más pura: imaginación, técnica y espectáculo. Las cuatro finalistas entregaron looks memorables, pero Mami Watta mostró una propuesta que confirmaba por qué estaba destinada a ganar: Una redención que dejaba ver su marca única en el mundo drag.
El lipsync que decidió la historia
La tensión subió aún más cuando se anunció que el enfrentamiento final sería un lipsync entre Mami Watta y Elips. El tema: Abracadabra de Lady Gaga. Ambas dieron todo, pero Mami Watta supo convertir cada movimiento en un hechizo que atrapó tanto al jurado como al público. Fue un duelo reñido, lleno de energía, carisma y emoción, pero al final la corona se inclinó hacia ella.
Una reina que abre camino
La coronación de Mami Watta no solo es un triunfo personal también un momento histórico para la representación africana en el universo Drag Race. Su victoria confirma que el drag es global y que las voces queer de lugares muchas veces invisibilizados tienen un poder enorme cuando encuentran un escenario. Ahora, con la corona de la primera temporada de Drag Race France All Stars, Mami Watta se convierte en símbolo de resiliencia, talento y diversidad.
No hay triunfo más dulce que el de quien se atreve a romper moldes. Y Mami Watta lo hizo con humor, con looks impactantes y con una fuerza que la colocan como una de las reinas más memorables del circuito europeo.
