El imperio de RuPaul sigue más fuerte que nunca. Después de arrasar con 10 nominaciones al Emmy este año, se confirmó lo que todxs esperábamos: la temporada 18 de RuPaul’s Drag Race ya es oficial en MTV, y viene acompañada de su inseparable gemelo tóxico-emocional, Untucked, el espacio donde la peluca se cae y el drama se sirve frío. La promesa es clara: más desafíos que pondrán a sudar el maquillaje, pasarelas para la historia y momentos que alimentarán nuestro archivo de memes por años.
El regreso de All Stars
Por si fuera poco, RuPaul’s Drag Race All Stars también regresa con temporada 11 en Paramount+, después de habernos dejado temblando con el innovador formato Tournament of All Stars que coronó a Ginger Minj como la nueva habitante del Hall of Fame. Con invitados de lujo como Ariana Grande, Cynthia Erivo y la queer pop star del momento Chappell Roan, quedó claro que este show no solo compite consigo mismo, sino que sigue subiendo la barra de lo espectacular. Y sí, All Stars: Untucked también vuelve para recordarnos que la verdadera guerra no está en la pasarela, sino en el sofá de camerino.
Fenton Bailey y Randy Barbato, los cerebros detrás de World of Wonder, agradecieron a Paramount y MTV por seguir apostando a este universo drag que no solo entretiene: educa, inspira y abre caminos. La fórmula es imparable y la alianza entre plataformas mantiene a Drag Race como el reality más influyente del mundo queer. No es exageración, es historia en tacones.
Onya Nurve y el legado de la temporada 17
La temporada pasada no fue cualquier cosa: tuvo el estreno más visto en siete años y nos regaló la coronación de Onya Nurve, la primera reina de Cleveland en conquistar el título de America’s Next Drag Superstar. Un logro que no solo se sintió en su ciudad natal, sino en toda la comunidad drag, recordándonos que la grandeza puede nacer en cualquier escenario, siempre que haya talento, coraje y la visión para brillar.
La dragversidad lo sabe: mientras RuPaul siga diciendo “racers, start your engines”, el show no solo continúa, se reinventa. Y con estas renovaciones, lo único seguro es que tendremos drama, shade y lip syncs para rato. Porque si algo ha demostrado Drag Race es que más que un programa, es un movimiento cultural que sigue cambiando las reglas del juego.