Si alguien puede convertir un puffer jacket en arte o recibir un doble dedo de RuPaul con estilo, es Utica. Y ahora, la reina excéntrica, surreal y deliciosamente incómoda de RuPaul’s Drag Race salta al universo de la moda en su forma más pura: la temporada 21 de Project Runway, que estrena este 31 de julio en Freeform y Hulu.
Pero esta vez no llega en drag. Ethan Mundt, su nombre fuera del escenario, se presentará con su identidad civil para competir entre diseñadores profesionales, sin dejar de lado esa teatralidad queer y camp que tanto le conocemos. Porque si algo hemos aprendido es que el drag no se quita: se transforma y se cose con aguja fina.
Lo couture también puede tener sentido del humor
Para quienes vieron Drag Race, Utica fue la rara favorita, la que lo arriesgó todo con una estética incómoda, espiritual, maximalista y siempre pensada al límite. Desde su look de sleeping bag convertido en puffer fashion, hasta aquel icónico diseño para Symone, su paso dejó claro que lo suyo no era solo show: era narrativa, diseño y pura escuela.
Ahora, compitiendo contra figuras como Caycee Black o los hermanos Jesús y Antonio Estrada, Utica se convierte en un wildcard queer con formación en confección creativa, técnica teatral y una habilidad camaleónica para construir belleza desde lo inesperado.
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El jurado de esta edición de Project Runway conformado por Heidi Klum, Nina García y Law Roach, junto a Christian Siriano como mentor, seguro no sabrá qué hacer con alguien que te entrega un vestido de gala y una microperformance existencial en el fitting.
Drag en el mainstream: una aguja que no deja de pinchar
Más allá del reality, el paso de Utica a Project Runway es también una victoria cultural para el drag como lenguaje legítimo del diseño. Porque ya no se trata de si es drag o no: se trata de si es arte. Y Utica ya demostró que sí se puede estar en la pasarela sin renunciar al drama, la pluma o el performance queer.
Esta temporada promete no solo alta costura, sino también momentos que desafíen las nociones normativas de lo que “debe” ser la moda. Y si alguien sabe hacer eso con una sonrisa extraña y una silueta imposible, es Utica.