A lo largo de las siete temporadas de La Más Draga, una teoría ha cobrado fuerza entre fans y seguidoras del drag mexicano: las terceras eliminadas son, casi siempre, las más icónicas. Aunque su paso por la competencia sea breve, su impacto suele perdurar mucho más que el de muchas finalistas. Desde Lana Boswell hasta Greta Grimm, estas artistas han transformado su eliminación temprana en una plataforma para brillar aún más fuerte fuera del programa.
Las terceras eliminadas: más que una coincidencia
El patrón es innegable. Cada tercera eliminada ha dejado una marca única en el escenario y en la memoria del público. Su creatividad, estética y carisma las han convertido en auténticas leyendas del drag nacional.
Lana Boswell: la pionera elegante
Primera temporada, primeros pasos en la historia del drag televisado mexicano. Lana Boswell fue una de las primeras en demostrar que el drag también puede ser sinónimo de glamour refinado y disciplina escénica. Su estilo, marcó una pauta para las futuras generaciones de drags que buscaban mezclar moda, arte y presencia.
Red Rabbit Duo: el poder de dos
En la segunda temporada, Red Rabbit Duo, conformado por Gala Varo y Genesis Fox, revolucionó el formato al competir como dupla. Su energía conjunta, química inigualable y narrativa visual única hicieron historia como las primeras drags que demostraron que el arte también se construye en colectivo. Su paso por el show abrió una conversación sobre lo diverso que puede ser el drag y la importancia del trabajo en equipo.
Huntyy B: la comedia como corona
Tercera temporada, y Huntyy B llegó para conquistar al público con su carisma natural. Aunque salió temprano, su estilo fresco, auténtico y de moda la consolidó como una de las personalidades más queridas. Huntyy demostró que la moda también es una forma de resistencia, una herramienta poderosa dentro del arte drag.
Sirena: Fuerza drag
La temporada cuatro nos presentó a Sirena, una artista completa en la imitación. Su estética y presencia etérea lograron transmitir una sensualidad y porte magnífico. Sirena representó la conexión emocional con el arte, un recordatorio de que el drag también puede ser una experiencia transformadora.
Huma Kyle: Humor sin filtro
Huma Kyle, en la quinta temporada, se ganó al público con su autenticidad sin miedo y su energía sincera. Su propuesta mezclaba sensualidad, rebeldía y un toque de caos controlado. Huma fue un reflejo del drag más libre y más honesto, mostrando que la ser autentica también tiene poder.
Purga: incómodamente atractivo
La sexta temporada trajo a Purga, una de las artistas más intensas y con personaje que a muchos gustó y otro no tanto. Su drag pasó de ser cuestionado a hoy en día verse pulida. Aunque fue la tercera eliminada, Purga se convirtió en un ícono del fan de La Más Draga.
Greta Grimm: la más reciente maldición bendita
Finalmente, en la séptima temporada, Greta Grimm confirmó la teoría. Su talento teatral, su capacidad para conectar con el público y su personalidad magnética la hicieron brillar incluso fuera del escenario. Greta se posicionó como una de las figuras más comentadas de la temporada, reafirmando que las terceras eliminadas no se van: se inmortalizan.
El arte trasciende la eliminación
Las terceras eliminadas de La Más Draga representan una categoría no oficial pero muy querida por los fans: la de las que se fueron pronto, pero jamás se olvidaron. Su talento y presencia escénica siguen resonando más allá del programa, recordándonos que el drag es un arte vivo, diverso y en constante transformación. Ellas no perdieron la corona; simplemente conquistaron su propio escenario.