¿El drag es para las infancias?
El arte drag, con su vibrante mezcla de performance, teatro, moda y humor, ha cautivado audiencias durante décadas. En los últimos años, su presencia ha ido creciendo en diversos espacios, incluyendo aquellos frecuentados por peques. Esta creciente visibilidad ha generado un debate importante sobre el papel del drag en las infancias.
Lejos de ser un simple espectáculo, el drag se convierte en un universo de posibilidades donde los más pequeños pueden descubrirse a sí mismos, desafiar estereotipos y celebrar su individualidad.
¿Qué sucedió en el Jardín de Pichina?
Recientemente tuvimos la oportunidad de asistir al Jardín de Pichina un espacio seguro e incluyente para todo tipo de familias y donde puedes disfrutar de show drags en un rico brunch. Como es costumbre las dinámicas que organizaban las drags queens nos llevaron a momentos muy especiales.
En una batalla de lipsync final pudimos presenciar a un pequeño mostrando su felicidad y dándolo absolutamente todo al lado de la drag queen Artemisa Kush. Lo cual dejo conmovidos y emocionados a los presentes:
El drag es un espacio seguro para expresarse:
Para muchos pequeños que no se identifican plenamente con los roles de género tradicionales, el drag ofrece un refugio seguro donde pueden explorar su identidad sin miedo al juicio. De la mano de artistas carismáticos y historias cautivadoras, el drag se convierte en un maestro lúdico que enseña a las infancias sobre la diversidad de género, la importancia de la inclusión y la aceptación de las diferencias.
Un llamado a la apertura y la celebración de la diversidad:
Es importante que la sociedad en su conjunto abrace la apertura y la celebración de la diversidad en todas sus formas. El drag, como herramienta educativa y espacio de expresión, merece ser apoyado y promovido. Gracias a esto, las infancias pueden crecer en un mundo donde la individualidad sea valorada y respetada.
