Madrid se vistió de pluma fina, glitter premium y grito contenido porque este fin de semana se celebró la final presencial de Drag Race España 5, un eventazo producido por This Is Drag y Palomo Cojo que juntó a media España queer en un mismo salón. Y entre tanta corona imaginaria, hubo una aparición que hizo que los abanicos tronaran fuerte: Mariana Stars, nuestra reina exportación de la T4.
Mariana Stars una reina que sigue dando de qué hablar
Mariana llegó radiante ni las luces de LAB The Club podían competir recordándonos por qué su nombre sigue vibrando dentro y fuera del programa. No vino a “ser vista”, vino a acompañar, a celebrar a las nuevas reinas, a abrazar a su comunidad y a ser esa presencia cálida que el fandom siempre agradece. La Dragversidad lo supo de inmediato: cuando Mariana entra a un lugar, el ambiente sube de nivel.

LEER: Mariana Stars llega a tierras mexicanas
La visita también llegó en el momento perfecto: tras una gira muy comentada por México este verano, donde conectó con nuevas audiencias y reafirmó ese encanto que la vuelve tan querible. Una queen que se mueve, que comparte, que construye y que demuestra que el drag latino está pensado para el mundo.
Y sí, por supuesto, la noche terminó con coronación: Satín Greco se llevó la victoria en una final compartida con Laca Udilla, Margarita Kalifata y Nix, cerrando un capítulo que la audiencia vivió como si fuera final de Champions League pero con mejor maquillaje.
¿Mariana Stars para All Stars 2 de Drag Race España?
Mientras tanto, el fandom ya empezó a hacer lo que mejor sabe hacer: especular. ¿Veremos a Mariana en Drag Race España: All Stars 2? No hay confirmación, no hay negación… pero su presencia muy timing perfecto en los grandes eventos de la franquicia dejó a más de una preguntándose si el universo nos está guiñando el ojo.

TE PODRIA INTERESAR: Mariana Stars, la reina venezolana que llegó a conquistar España.
Lo que sí es un hecho: Mariana Stars sigue brillando, sigue presente y sigue dando de qué hablar y aquí estaremos para reseñarlo, aunque nadie lo pida.